¿Jesús vestido de Dolce & Gabbana?

Una mañana mientras almidonaba y planchaba mi ropa en preparación de mi día, comencé a divagar en mi pensamiento. -¿Usaría Jesús una camisa almidonada y planchada con las líneas bien definidas?- me pregunté -¿Qué tipo de camisa usaría?, ¿Una con cuello italiano y una corbata de seda?- Absorto en mi soliloquio intelectual me vino una pregunta que me hizo reír a carcajadas, -¿Jesús vestido de un traje de Dolce & Gabbana?- Era temprano en la mañana así que mi risa resonó en toda la casa.
La verdad no puedo concebir a Cristo vestido de un traje de diseñador; no creo que se preocuparía por asuntos tales. Tal vez lo denominarían un metrosexual, con su barba cuidada, su cabello largo, ropa de diseñador y para rematar el conjunto unas gafas de sol. Cuando me imagino esto me rio, pero a la misma vez esta foto mental crea en mi un sentimiento de aversión. No puedo ver a Jesús preocupado por ese tipo de asuntos. Creo que preferiría desatar las cadenas de los humanos que anudar una corbata a su cuello. Preferiría cubrir al desnudo que abotonarse una chaqueta tipo blazer. Daría su dinero antes de ponerlo en una billetera de piel de víbora.
Para él la verdad no está afuera del hombre sino dentro de él. No importa cómo te veas por fuera lo que realmente importa es lo que eres por dentro. Hay un dicho popular que afirma que “aunque la mona se vista de seda, mona se queda” Esa es la verdad, si te ves bien por dentro te veras bien por fuera. Al final del camino no se te preguntara si te viste bien mientras estabas en esta vida, al final solo importara lo que eres por adentro. Así yo prefiero a Jesús en sandalias y ropa añeja.