lunes, 16 de agosto de 2010

Redactada en Maquina de Escribir

Domingo, Julio 4, 2010

06:04 pm

México, Distrito Federal

Mija,

Tengo necesidad de escribirte algunas líneas. Se dice que no hay camino definido, sino el que traza el Movedor Inamovible. Estoy de acuerdo parcialmente, pues también fue dotado el ser humano con responsabilidad de elección. Dentro de esta responsabilidad hay decisiones que el ente, autónomo e independiente, aunque con limitaciones, toma y es constituido completamente fiador de los resultados de estas. Es en esta libertad donde reside la mayor bendición del ser creado, y para muchos su mayor desgracia, la libertad de decisión. Alguna vez, a través de escritos, me dijiste que no sabías cual es el lugar que Dios tenía para mí en tu vida, pero tu deseo era que estuviera en ella. Nuestra relación tiene la personificación del Rumor en la Aeneada de Virgilio, crescit eundo, crece mientras avanza. No hay camino trazado, sino el que trazamos, siendo guiados por Dios. Ya lo dijo Joan Manuel Serrat, caminante son tus huellas el camino y nada más, caminante no hay camino, se hace el camino al andar, al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que jamás se volverá a pisar. Me alegra pisar la misma senda al mismo tiempo, y que eso haya sido una decisión consciente de mi parte y de la tuya.

Reconozco la vulnerabilidad que has fomentado en mí. Vulnerabilidad naciente de mi necesidad de ti, al aceptar que tu existencia se ha vuelto indispensable hacía la mía. Esta semana me enteré que tengo mi santo, San Aarón, cuyo día festivo señalado es el 1ro de Julio. Aun para mi santo hay un día señalado, así como hay un día señalado para nosotros.

lunes, 8 de junio de 2009

domingo, 17 de mayo de 2009

i have a dream


Martin Luther King (1929-1968)

Soledad [acompañada]

La soledad es una ingrata a la que se le va agarrando el gusto,
con un alto riesgo de parar completamente enamorado de ella.
La soledad es un motel que no es de nadie, es una cama que no es mia,
es despertarse a las tres de la mañana y no saber donde esta el baño.

La soledad soy yo.

La soledad es la gota de agua en la llave del baño que dejaste prendida
y que no quieres apagar por no sentirte solo.
La soledad es como un suplicio ingenioso de la naturaleza que hace que
nos encontremos con nosotros mismos para poder valorar a los demas.
La soledad es un espejo que no miente.
La soledad son ese monton de sonidos que no escucha nadie,
pero que hacen demasiado ruido.

La soledad soy yo, en compañia del pasado.

La soledad es un beso que se desperdicia en la almohada;
es ver la sombra y la siloheta de alguien que ya no esta.
La soledad es una malvada insoportable y maravillosa,
que me gusta no se bien por que.
La soledad es entender por fin, que no hay mejor compañia,
que la soledad.
Es el velorio de un dia que se fue.
Es dejar de estar haciendo nada, prepararte, vestirte, abrir la puerta
para seguir haciendo lo mismo.
La soledad es la compañera, la del miedo, la de los futuros inciertos,
la del camino, la de la busqueda, la soledad...

domingo, 19 de abril de 2009

Air

Life is not measured by the number of times we breathe,
but by the number of times that we're left breathless.
-Alex Hitchens

viernes, 10 de abril de 2009

San Antonio de las Barrancas

Séptimo Día
Jueves, 2 de Abril, 2009
San Antonio de las Barrancas, San Luis Potosí

Las Cosas de Dios

Este día fue un día diferente a los demás. Este día pasearía entre una casa y otra para recibir mi alimento. Me da risa solo de pensar que varias personas, del rancho y desconocidas para mí, que he visto en una casa un día me ven en otra al día siguiente. Me rio al pensar que me están siguiendo, sin duda alguna pensarán que soy un vividor, y que me la paso comiendo de casa en casa. Desde la mañana el día sería distinto. Después del desayuno en casa de Mague, que ya descubrí es diminutivo de Margarita, y Tiquio regresaría para acompañar a Isaí a llevarles agua a unas yeguas a cierta distancia de aquí. Desayune y a mi retorno encontré que Isaí ya había partido, pues tenía que ir a atrapar una becerra que se había escapado. Aproveche esos momentos para estudiar y meditar.
Después de mi momento de estudio y oración salí para avisar a la familia que saldría a visitar a varias personas. La combinación del sol quemando y preocupación de Petra por mi color cutáneo hicieron que Florencio buscara un sombrero para cubrirme del sol. Florencio y Petra saldrían por unos días para descansar con su hija, pues los achaques de la edad y las enfermedades seniles arremetían duro en contra de ellos. Se me pidió que revisara una compresora de aire para inflar las llantas de la van, el terreno no es de lo más amigable con la construcción de las llantas, es más con el auto en general. Logré iniciar la compresora pero después de hacer su esfuerzo y proseguir pujantemente se apagaba. Tuvimos al final que hacer una mezcla de las piezas buenas de dos compresoras para obtener una que sirviera, un trasplante de órganos como todo un buen cirujano. Al final pudimos inflar las llantas para la travesía. Ya para esto había llegado Isaí y me dijo que me alistara pues ya iríamos a dejar el agua. Tome mi sombrero y partimos.
Nuestro viaje era uno largo, que se adentraba en la sierra prosiguiendo un camino de tierra, piedras y sube y bajas aun más rudimentario que los que teníamos en el rancho. Nuestro medio de transporte era un carretón tirado de dos de los más grandes toros que he visto. El más grande de ellos de un peso aproximado de 700 kilos. Bromee con Isaí diciendo que era bueno que no comía carne, pues esta bestia si serviría para entrarle duro a la arrachera. En nuestro viaje de aproximadamente una hora conversamos acerca de las bendiciones de Dios, de lo que pasa cuando uno se aleja de él y de su amor al esperarnos con los brazos abiertos aun cuando nos hemos alejado, del trabajo, la familia, las posesiones materiales y las cosas desagradables de la vida. Nuestra conversación fue sumamente natural y espontanea, sin mencionar el alto grado de espiritualidad de este noble hombre. Una vez más se puede confirmar que una de las mayores necesidades del hombre es de tener amigos y ser escuchados. Isaí es un hombre de rancho, fuerte, simple, trabajador, pero muy inteligente y espiritual. Uno de esos visionarios rurales que tratan de sacarle lo mejor a la vida, aun cuando otros los tiren de no seguir las reglas o la tradición. Su acento es muy peculiar, junto con la lingüística que usa, empleando palabras como anca, ancina, mesmamente, andabanos, etc. Me contó experiencias de su vida, de su liderazgo como padre de familia y del caminar con Cristo, como él las denominaba, las cosas de Dios. Su deseo de vivir un cristianismo práctico y el disgusto que sentía hacía su padre por ser un cristiano tan duro y rígido. El lleva la mayoría de las responsabilidades relacionadas con el trabajo, y a veces su trabajo es mal remunerado y tenido en baja estima. Al final llegamos, después de tanto polvo y sol, hasta la parcela donde tenía dos de las más finas yeguas. Yo abrí la puerta de la cerca y me coloqué en la puerta para que las yeguas no salieran corriendo. Les dimos un poco de alfalfa para que comieran alimento fresco y procedimos a descargar el agua que habrían de beber por la siguiente semana, alrededor de doscientos galones.
El camino de regreso fue más rápido y menos riguroso, o así lo percibí. Le comenté a Isaí que no se preocupara por su padre y su manera ruda de ser, la edad y la experiencia se encarga de doblegar a los más duros. Al final se dan cuenta que son tan tajantes que ni ellos mismos se soportan y entonces procuran cambiar. Le insté a que siguiera su caminar con Jesús y tuviera paciencia con su padre, que por su ejemplo podía ser impulsado a cambiar. Al acercarnos a la recta final de nuestro viaje, nos dimos cuenta que diferentes sembradíos estaban quemándose. Nos detuvimos pues el fuego se estaba esparciendo propiciado por el fuerte viento que corría. Bajamos para ayudar a la conglomeración de personas que ya sumaban sus esfuerzos para sus tierras no se quemaran. Desmontamos y cruzamos algunas cercas para ayudar a mitigar el fuego. Las llamas, las más feroces de ellas, alcanzaban alturas de diez metros. Tomamos palos para echar tierra y cerrar el paso a la llamarada. Isaí recordó que tenía una pala en una de sus parcelas de tierra y fue a recogerla para ser de más utilidad. A mí me pidió que tomara la carreta y la llevara hasta la casa de Abel, que estaba a una distancia relativamente corta. Era mejor que no se cocinaran los animales con el calor. Me encomendé al Señor y conduje la carreta y sus nobles bestias hasta una casa que no recordaba exactamente como llegar. Los mismos animales, acostumbrados por el camino me llevaron hasta la casa. Mi única dificultad fue pasar la carreta por la estrecha abertura de la cerca, en mis maniobras termine por arrancar un poste de la misma cerca. Mi primer ocasión manejando una carreta de bueyes y ya había tenido mi primer accidente.
La comida fue en el mismo lugar. Esta vez se me dio la comodidad de tomar soda, sin embargo dado el viaje y el percance con el fuego tenía una sed tenaz. Ya para esa hora la mayoría del rancho sabía que varias de las parcelas habían cogido candela y estaban trabajando para ahogar el fuego y evitar que el daño fuera mayor. Al regresar a la casa tome un baño que tanto ya necesitaba, pues el calor y el polvo de varios días pesaban sobre mí.
En la noche conté con la presencia de familiares de Florencio y de un doctor con su familia que, presto a su conversión, se ha tomado personal la obra de evangelizar a varios de los ejidos de estos rumbos. Mi oración era que Rosangela y Jesús Carlos vinieran pues el tema sería tocante al bautismo según la historia de Naamán en 2 de Reyes 5:1-17. Al final solo llego Rosangela y sus tres pequeños. La predicación me conmovió y siento que ha sido una de las mejores de la semana pues pude sentir más cercana la presencia de Jesús. Rosangela afirmó su decisión de bautizarse pero no este sábado. Yo le dije que la decisión sería, al final, entre ella y Dios, de igual manera faltaban dos días para el sábado. Al salir de la iglesia pude notar que muchos de los hermanos habían recibido el mensaje y por su expresión y su agradecimiento deseaban una reconsagración a Dios.
La cena fue mole, arroz y frijoles. Nuestra conversación giro alrededor de la predicación y de cómo preparaba mis sermones. Isaí deseaba saber cómo podía desarrollar un sermón. En ese momento y recapitulando los eventos del día me di cuenta que Dios me había traído allí para conversar con Isaí y reafirmarlo en el camino que había escogido. Estoy muy agradecido, ya casi a la conclusión de mi semana encontrar vislumbres de la misión que había de cumplir. El Jefe sabe los planes para cada uno, aunque empolvados y en letrinas, Dios envía a sus obreros a echarle candela al negocio, aunque tengamos otra idea de nuestra misión.

viernes, 13 de marzo de 2009

con el sonido de la lluvia

con el sonido de la lluvia.
con las letras sin capitalizar.
con el español transgiversado con el ingles y sin marcas de puntuacion, solo acentos tacitos.
asi estoy pensando en ti.
esta vez no dejo que mi mente erecte barreras para prevenir tu entrada en mi pensamiento. corres libre entre las mas reconditas bovedas de mi memoria. con canciones de abuelas regionales y deseos de dormir despierto. entre frio, cafe y el arca de noe. entre recuerdos de aquellos tus ojazos, de aquellos tus amores. con la mente en blanco y el corazon lleno.
asi te dedico esta noche.
salud chinita querida.
salud a ti la musa de mis noches sin lunas. salud a ti receptora de mis mejores prosas, de mis mas acerbos besos. cuantas veces he querido darle salida a estas represarias de sentimiento. con la falta de racionalizacion y sistematizacion.
asi te busco.
con las ganas de toparnos y por necesidad, respeto y deseo explicar aquellas incognitas que redundan en efectos sociales y en la mas intima esfera de nuestro ser. con complejos y dolores y una pizca de por ques.
asi te dedico esta mañana.
asi te dedico esta vida.
con la sensacion de haber dejado una asignatura pendiente, y con la inseguridad de no saber la estacion del cuando. con tu pasado y el mio. con el presente. con las marcas de mis manos. con los labios de tomate, y la panza tuya y mia. asi veo tu rostro tan familiar pero a la vez tan extraño. con los dedos hablando palabras que mis labios no saben pronunciar. con la seguridad que la balada confiere a aquel que sabe que nunca se podra encontrar. con los tatuajes indelebles de tu paso por aqui. con el recuento de los daños y la experiencia de lo bailado.
asi te dedico esta prosa, sin luz de luna, a ti enana, con la compañia de la soledad y sin una conclusion.
asi te recuerdo, prieta.
asi te recuerdo.